jueves, 9 de septiembre de 2010

Nos encontramos más solos de lo que pensamos...



-No hay momento en el día en el que deje de imaginar, no hay minuto en el día en el que no me pregunte si existirás, si estarás presente. Es inevitable, el pensamiento siempre está ahí, no me abandona. Quisiera saber si en algún lugar me está esperando, si no piensa en mí. si hay tan solo una oportunidad de estar un segundo junto a él. Creo que correré, quizá llegue hasta donde se encuentra, quizá me ayude a buscarlo, quizá aun sin vernos nuestros corazones están conectados.
Tal vez en el preciso momento de pensarlo, él piensa en mí. Estoy ansiosa por verlo, ver su rostro y sus ojos, ¿estará esperándome tal y como yo lo espero a él?, me hago preguntas que sé que solo él me puede responder. Y es que quiero que sea solo mío; ya que si hablamos de nosotros, compartir no está en mi vocabulario. No me arriesgo a decir que es enamoramiento, tal vez lo es, pero el miedo que tengo a reconocerlo me confunde el alma, el corazón.
He decidido algo... no me cansaré hasta encontrarlo, sólo en ese momento podré descansar y será a su lado. Buscaré los únicos ojos que me pueden hipnotizar, la boca que me puede calmar y los brazos que me protegerán de todo el mal. Seremos una persona que entregue su amor, amor del bueno, amor sano. Buscaré mi tranquilidad en él, e intentaré ser solamente suya, insistiré en que sea mío; es egoísta pero es mi realidad, mi corazón le pertenece. Y cuando así sea, nuestro futuro comenzará un capítulo que nadie ni nada podrá borrar, porque vivimos para estar juntos. Somos dos individuos que no se separarán, somos invencibles. Es un poco loco, pero te buscaré y te encontraré cueste lo que cueste, estás en mi corazón, en mi destino. Correremos hacia nosotros y con el primer abrazo abriremos nuestra historia, con un beso la pactaremos y con nuestra promesa de amor, seremos eternamente uno.

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